EL HOLYWINS , PEOR QUE EL HALLOWEEN
EL HOLYWINS, PEOR QUE EL HALLOWEEN
Por Deum Mariae
El Hollyween es un invento que apareció muy poco tiempo con la idea de contrarrestar, según sus propulsores, al Halloween que como se sabe es un acontecimiento de origen demoníaco. Y es que este evento trata de rescatar lo que sería aparentemente lo “mejor” del Halloween, es decir la salida de los niños con disfraces pidiendo dulces, pero que en vez de hacerlo vestidos de monstruos, demonios o seres perversos, lo hagan disfrazados de santos y ángeles y hasta termine con una fiestecita en algunos casos.
Sin embargo lo que no saben los propulsores, entre ellos el curita inglés que lo inició y que al parecer no se le ocurrió nada mejor, es tratar de decirles a los niños que es mejor disfrazarse de santos para imitarlos. ¡Nada más ridículo!. La verdad es que lo único que se busca es intentar quedar bien con Dios y al mismo tiempo satisfacer los caprichos de niñitos que quieren salir disfrazados para pedir caramelos en este 31 de octubre, que bien se sabe es el día dedicado al Diablo y a sus secuaces, conocido como día de las brujas, en algunos países como día del diablo, pero cuyo verdadero nombre es el día de Semahin, dios pagano de los celtas y anglosajones, que en realidad es un demonio.
Cabe añadir, respecto a las fiestas de adolescentes de Halloween en Estados Unidos, que muchos van disfrazados de monjas, curas, obispos, del Papa y más de uno hasta del mismo Jesucristo, incluso llevando una cruz; o sea, si alguien pensó que variando los disfraces a personajes santos haría la diferencia, está totalmente equivocado.
Disfrazarse es asumir una apariencia de lo que no se es, un subterfugio para engañar, y una manera caricaturesca de mofarse de alguien. En los carnavales desde tiempos antiguos los disfraces tenían un sentido burlesco, era siempre una sátira a un personaje o a un acontecimiento. De ahí procede los simpáticos refranes que dicen : “el hábito no hace al monje” o “la mona aunque se vista de seda, mona se queda”. Al disfrazarse de un diablo o de un monstruo es una sátira a los seres de la oscuridad, pero simultáneamente se trata de la repetición simbólica de la ceremonia antigua a Semhain donde iban disfrazados los antiguos druidas (sacerdotes del dios pagano) tocando la puerta de las familias para pedir un niño una doncella para ser sacrificado a su dios; de no entregarles voluntariamente aquellos les harían maldades; el denominado trick and truck, de la misma manera como sucede con los niños disfrazados que dicen su famoso : trick and truck cuando tocan las puertas, que de no darles caramelos, le harán vandalismos.
Lógicamente que al Diablo le interesa que se siga perpetuando el rito del disfraz y del trick and truck en esa fecha, pues mientras lo hacen, siguen actualizando las terribles ceremonias del pasado, añadiéndoseles también las actuales, pues al llegar el Halloween, hay muchos niños secuestrados y desaparecidos que son violados brutalmente y asesinados durante los rituales de Misas Negras que los brujos realizan en varios lugares del planeta en honor de Satán.
Por eso el diablo percibe éxito, cuando ciertos católicos caen en su trampa al hacer que sus hijos se disfracen de santos (HOLYWINS) en esa fecha, convirtiéndose para los en una parodia de comicidad adultos y para los niños solo un disfraz diferente, no obstante haciéndoles creer que están haciendo la diferencia. Lo único que hacen es colaborar con la siniestra celebración, únicamente solapada por la ingenuidad de quienes lo organizan. Y es que a los niños se les debe enseñar que a los santos hay que imitarlos en su estilo de vida, en su imitación a Jesucristo, su devoción a la Virgen Santísima y en su vida de oración y penitencia, no haciendo parodias de ellos que no tienen absoluta utilidad en su formación espiritual y, aun peor porque utilizan lo sacro para burla del Maligno. Si se quiere contrarrestar el Halloween realmente, lo que se podría organizar es una bella procesión de niños cantando y orando el Santo Rosario, pidiendo por los niños que mueren a causa de esos funestos eventos, pidiendo la conversión de la gente y abandonen el camino de la perdición, así como también por las benditas almas del purgatorio, y tantas otras intenciones.
¡Alerta entonces!, porque la estrategia del Maligno es utilizar ciertas cosas aparentemente inocentes a su favor y en contra nuestra, tener cuidado con la sutil seducción del mal que llama al oído de los incautos. “…porque los hijos de este mundo son más astutos que los hijos de la luz”. Lc. 16,8.
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