MADRES SOLTERAS VS. MATRIMONIO CATÓLICO
MADRES SOLTERAS vs MATRIMONIO CATÓLICO
Por Lic. Martha Tenorio A.
La primera base de la sociedad siempre ha sido la familia, es decir, hablamos de esa pequeña comunidad compuesta por el padre, la madre y los hijos dentro de un hogar. Sin embargo en estas últimas décadas se ha visto de manera abrumadora la invasión de nuevas familias heterodoxas que están compuestas por una madre de familia y sus hijos, a veces acompañada de otros parientes en el hogar, pero con todo, careciendo de un personaje importante en ellas : el padre.
La falta del padre realmente es una verdadera desgracia, porque ocasiona que se genere familias disfuncionales, la madre adiciona a su rol, el del padre tomando la dirección de la casa e irse a trabajar, abandonando así la educación de los hijos, y no digo la instrucción, pues ésa la reciben en el colegio, sino que me refiero a esa dedicada formación de la conciencia de los niños, que se da en las horas importantes del día donde se les infunde las virtudes y los valores humanos para que se conviertan en adultos normales listos a formar parte de la sociedad como ciudadanos ejemplares, honestos trabajadores y padres amorosos y formadores. Sin embargo ésto no puede lograrse debidamente dentro de un hogar disfuncional, los hijos se crían a la merced de un tercero generalmente de una abuela o tía, las cuales así den cariño no pueden reemplazar a la madre, la abuela ya no posee la firmeza para educar, sea porque tiene las preocupaciones también de sus propios hijos o por su edad avanzada sufre de los achaques propios de su edad; y en cuanto a la tía, primero se preocupa de sus propios hijos y si fuera soltera, no se hace tan responsable de los niños porque en el fondo sabe que no son los suyos, pero también porque por derecho tiene sus propias preocupaciones o distracciones. Por otra parte los niños saben que ellas los podrán querer pero no reemplazarán a su madre y ellos siempre exigirán la presencia de ella, respondiendo a esta situación con actitudes de rebeldía, asimismo dentro de sus mentes se van creando perturbaciones psicológicas : traumas, complejos de inferioridad, violencia; que a su vez van afectar su vida personal adulta y en la familiar, cuando les toque un rol de dirigir un hogar sea como padre o madre, dando como consecuencia que repitan su historia familiar en la cual se criaron; si son mujeres, otras madres solteras, y si son hombres, abandonando a su pareja y convirtiéndola en madre soltera. Asimismo estos conflictos psicológicos se van notando también en su baja escolar, en su comportamiento violento entre sus compañeros, su afiliación a pandillas delincuenciales, etc.
Esas son consecuencias, pero ¿dónde está el origen de este desorden social? Pues, se debe a la falta de virtudes y valores en los individuos. El varón y la mujer de hoy no piensan en llegar a un matrimonio, y no me refiero a la boda, pues muchas mujeres sí desean hacerlo pero para ser el centro de la atracción social del momento, llegar vestida de blanco, tomarse fotos, filmarse en video etc. No, no me refiero a eso, sino a llegar como una mujer digna con una mira futura de tener un digno esposo y con él unos hijos que se sientan orgullosos de ella. Hoy en día no se preocupan del futuro, quieren vivir un trivial momento, por tanto quiere experimentar emociones que en el aquí y ahora se dan, y es por eso que al ser abordada sentimentalmente por un muchacho igualmente sin planes futuros, fácilmente aceptan sus requerimientos, y como el ser humano sin valores no modera sus tendencias especialmente las sexuales, pues entonces fácilmente caen en las relaciones sexuales prematuras. En ciertas ocasiones no traerán consecuencias de un hijo, sea porque utilicen preservativos o abortivos, pero eso no evita que la mujer ya haya mellado su dignidad dejándose utilizarse como un objeto de pasatiempo y de experiencia sexual para un varón, quien no la verá por supuesto como su futura esposa, sino que en corto plazo la abandonará para continuar con su vida y haciendo lo mismo también con otras chicas, y así formándose una cadena continua.
La muchacha al verse rechazada, por despecho buscará los brazos de otro varón siguiente, que con casi con seguridad hará lo mismo con ella; uno, porque la muchacha ya experimentada cederá fácilmente a los requerimientos de este nuevo muchacho que posee esas mismas inclinaciones y otro porque al saberla que es una “chica fácil” ya no la respetará y le exigirá lo mismo que el anterior y por supuesto jamás pensará en ella como una posible esposa. Pero, nuevamente rechazada la muchacha, sea por despecho y vanidad de aún sentirse joven, ella insistirá en relacionarse con otro, pero con éste las cosas ya no se darán como antes tal vez olvide utilizar los preservativos y con él sí quedará embarazada. Ahí empieza el drama, el joven no querrá responsabilizarse de la situación, uno, porque duda en su paternidad, pues no encontró virgen a la muchacha, entonces él se siente que ha sido uno más en la trayectoria borrascosa sexual de la muchacha, por tanto la sentirá indigna de convertirla en su esposa y madre de sus hijos. Es así que huirá ante la terrible idea, según él, de que la muchacha le exija un matrimonio indeseable y peor aún, de que se haya convertido en padre de un hijo suyo.
Así es la historia de muchas madres solteras, que lo único que hacen es arrojar su responsabilidad en sus propias madres, las abuelas del bebé, pues al principio se encuentran sin trabajo y necesitan para el alimento, los pañales, etc., y son los padres los que afrontan los gastos; en otros casos, al principio a veces la familia del muchacho será los que afronten los gastos, debido a que el prematuro papá no tiene trabajo, o está aún estudiando, hasta que en un momento dado ya no lo hagan más e incluso apoyan al muchacho en la decisión de alejarse de la responsabilidad.
Hoy en día se ve una pareja muy común, una joven cargando a su bebé y al lado de ellas sus madres cargando los pañales y demás enseres propios de bebes, y ¿dónde está el padre del niño? Diferente a las escenas de antaño donde se veían permanentemente las parejas felices con sus hijos, ahora se ven muy escasas.
Una vez pregunté a una señora abuela por qué iba tan apurada a su casa que no tenía tiempo ni siquiera para tomar un té con unas conocidas, ella me dijo que tenía que irse para hacerse cargo de su nieto que se lo iba a dejar su hija pues debía irse a trabajar, yo le dije que ya debía distraerse y participar de algún paseo en el club de la tercera edad, la señora me contestó triste que no podía, porque no había quien cuidara al niño si su hija se va a trabajar Y si se demoraba ella se molestaría ¡Pobre mujer! quizás le debe quedar solo unos cuantos años de vida pero sigue con responsabilidades que ya no le corresponde. Aunque ahondando también en estos motivos, me doy cuenta por la conversación con varias señoras, que ellas mismas sienten parte de culpa en la situación de sus hijas por haber sido permisivas con ellas. Pienso que esto es cierto, he conocido varios casos, pero mencionaré dos, uno es respecto a un profesor, padre de familia que me contó que sus hijos a pesar que ya está en los 30 años no han tenido hijos, lo que pasa es que siempre les dijo que ni él ni su esposa los apoyaría económicamente ni les consentirían en su casa, en caso que salieran embarazadas las hijas o en el caso de varones, embarazaran a alguna muchacha. Esta firmeza trajo buena consecuencia, todos son profesionales, viven de su trabajo y están en miras de formar una familia, pero formalmente.
También conocí a una señora madre de familia que me dijo muy similarmente lo que ella y su esposo inculcaron a sus hijos, y la verdad que todos ellos son buenos padres de familia y viven cada uno aparte.
En consecuencia, la causa de haber madres solteras, es por falta de firmeza en la educación de los hijos, la debilidad o soltura de los padres en la disciplina de los hijos, lo que incentiva a los jóvenes a que ellos midan hasta qué punto pueden abusar de la confianza de sus padres y que toleren sus desvaríos, también está la formación moral que les den a sus hijos : a las mujeres, que sepan valorarse y no entregar sus cuerpos a cualquiera que les salga el paso, porque la unión sexual es profunda y se ha comprobado en la actualidad científicamente que sella a una pareja, lo que provoca que si uno de ellos no corresponde posteriormente, la otra persona queda vacía y la incita a la búsqueda sin cesar de una pareja, pero en esa búsqueda mayormente infructuosa, hace que la persona se vaya devaluando al punto de convertirse en mero objeto sexual para otros y que no cambia en caso de las mujeres por convertirse en madre. Por tanto, lo importante no es evitar embarazos, lo que es consecuencia natural de toda relación sexual. Lo importante es que no se caiga en la fornicación que derruye la dignidad de la persona, la cual comienza por una primera relación sexual con la persona equivocada.
Es importante que la sociedad comprenda la responsabilidad de formar seres humanos con equilibrio completo en cuerpo, mente y espíritu, darles valores, enseñar estos valores incluso ya en los colegios, porque vemos que los hogares pueden carecer de ellos si están disfuncionales, es importante incluso que el Estado tome cartas sobre el asunto, no se va a detener la explosión demográfica con preservativos, ni con orientaciones sexuales tendentes a los preservativos, sino enseñando a los niños, adolescentes y jóvenes a prepararse a tener familia, a mirar un futuro, enseñándoles la instrucción, la cultura del ahorro, pero más aún, la dignidad de ser varones y mujeres de los cuales sus hijos se sientan orgullosos de haber sido procreados por ellos.
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